¿Cómo puedo hacer que los demás me aprecien? ¿Qué debo cambiar?

¿Ves el mundo de esta manera?

Algunas personas perciben su mundo en categorías rígidas y divididas: agradable vs. desagradable, éxito vs. fracaso.
En realidad, el mundo es mucho más complejo que eso.
Por lo tanto, la respuesta a esta pregunta no puede ser simple ni universal.

Si luchas con la sensación de no ser apreciado, hay muchas posibles razones que deben considerarse antes de intentar cambiar algo.
Desafortunadamente, a menudo falta suficiente información para comprender en profundidad cuál es el verdadero problema.

Aquí volvemos a un principio fundamental de la terapia Gestalt:

No podemos comprender el significado de un acontecimiento sin conocer el campo del que emerge.

Existen demasiadas posibilidades.

¿Se parece tu situación a esto?

Imagina una imagen sencilla: un campo que simboliza tu entorno, tu contexto —lo que no se ve directamente—.

Si eres como el pequeño cervatillo en esta escena, quizás tu juventud o falta de experiencia vital sean parte de tus dificultades.
O tal vez simplemente eres diferente de las personas con las que intentas conectar.

Dos conejos y un solo cervatillo.
En la imagen hay dos conejos y solo un joven ciervo.
Quizás los estándares del grupo estén construidos en torno a los “conejos” y no a los “ciervos”.
En otras palabras: no hay nada malo en ti, simplemente no encajas del todo en ese entorno.

O tal vez tu situación se asemeja a otra:
Las personas a tu alrededor pueden verte como una figura amenazante o intimidante, no simplemente diferente, sino “peligrosa” o “inquietante”.


Información insuficiente

Para comprender mejor, es necesario contar con más datos:

Sobre ti: edad, género, apariencia, educación, metas, intereses.
Sobre la agradabilidad: ¿qué te hace pensar que no eres apreciado? ¿Qué rasgos o comportamientos podrían generar distancia en los demás?
Sobre los otros: ¿de quién deseas ser apreciado? ¿Cuáles son los valores y criterios de ese grupo? ¿Qué tipo de personas les resultan agradables?

Define “agradable”

No existe una única definición.
Diferentes personas, en distintas etapas de su vida y con diferentes objetivos, perciben la “agradabilidad” de maneras diversas.
Alguien que me resulta simpático a mí puede no serlo para ti, ni para el grupo en el que quieres integrarte.

Por ejemplo, para algunos, ser agradable puede significar:

  • ser amable,

  • ser divertido,

  • tener éxito,

  • ser empático,

  • ser atractivo,

  • ser inteligente.

Reflexión

Con frecuencia, cuando una persona busca entender por qué no se siente apreciada, falta claridad sobre el contexto en el que surge esa sensación.
Sin información específica sobre sus características personales, experiencias y entorno social, es difícil ofrecer conclusiones o recomendaciones precisas.

A veces, detrás de esta búsqueda hay una suposición inconsciente: la creencia de que los demás piensan como nosotros y entienden nuestra experiencia sin necesidad de explicaciones.
Esta actitud suele conducir a malentendidos y a una sensación de desconexión.

Resulta útil detenerse y observar la situación con más profundidad: tratar de comprender la propia posición, pero también imaginar cómo se percibe desde el punto de vista de los demás.

Pregúntate a ti mismo:

  • ¿Qué estoy buscando realmente al hacerme esta pregunta?

  • ¿He comprobado si mi forma de expresarlo es clara para los demás?

  • ¿Puedo intentar ver mi situación desde la mirada del otro?

  • ¿Veo las cosas solo desde mi perspectiva o soy capaz de percibir otras?

  • ¿Soy consciente de que las personas interpretan la realidad de manera diferente —tanto de mí como entre ellas mismas—?

  • Después de reflexionar sobre esto, ¿ha cambiado algo en mi comprensión del problema?

En contexto terapéutico

Este reconocimiento es el primer paso hacia una madurez emocional más profunda: aceptar que nuestra experiencia es solo una de muchas perspectivas posibles.
Cuando comenzamos a ver la realidad no solo a través de nuestro propio lente, sino también a través de los ojos de los demás, se abre un espacio para la comprensión, la empatía y la comunicación auténtica.
Esta conciencia no solo nos hace sentir más comprendidos, sino también más capaces de construir relaciones significativas, donde la autenticidad y la aceptación reemplazan el miedo al rechazo.

Mis 5 pasos para ser una persona más agradable

1. Comienza con la aceptación personal

No puedes conectar verdaderamente con los demás si, en secreto, te juzgas a ti mismo.
Trabaja en tu diálogo interno —en el tono con el que te hablas—.
Cuando somos amables y compasivos con nuestras propias imperfecciones, transmitimos esa misma calidez hacia los demás.

La terapia y la práctica del mindfulness ayudan a suavizar al crítico interno y a construir una autoimagen más estable y amorosa.

2. Practica la curiosidad, no la actuación

A las personas les encanta sentirse vistas.
En lugar de preocuparte por cómo te perciben, enfócate en conocerlas.
Haz preguntas suaves, escucha lo que realmente importa para ellas y responde con interés genuino.
Esto crea un puente emocional: cambia la energía de “¿Cómo me veo?” a “¿Cómo estás tú?”.

3. Expresa calidez a través de pequeños gestos

Sonríe al saludar, recuerda los pequeños detalles, usa los nombres de las personas.
La calidez es un lenguaje no verbal —se expresa con la voz, la mirada, la presencia—.
Incluso en silencio, cuando estás verdaderamente presente, te vuelves magnético.

4. Regula tu energía

Si tus emociones oscilan entre el entusiasmo y la retirada (algo común en personas sensibles o empáticas), trabaja en tu equilibrio emocional.
El enraizamiento, la respiración consciente y la escritura reflexiva pueden ayudarte a mantenerte centrado.
Las personas se sienten seguras cerca de una energía estable.

❤️ 5. Sé coherente y congruente

La agradabilidad florece donde se percibe integridad.
Di lo que piensas, piensa lo que dices y actúa en coherencia con tus valores.
No necesitas ser perfecto —basta con ser auténtico, transparente y bondadoso—.

 En esencia

No busques ser querido.
Busca estar presente, ser amable y emocionalmente consciente.
Lo demás llega de forma natural.

Fuente: Adaptado de materiales de Elinor Greenberg, PhD, autora del libro Borderline, Narcissistic, and Schizoid Adaptations.
Autora: Petya Bankova
Con amor y cuidado

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